jueves, 28 de agosto de 2008

Cuando un escalón separa la risa del llanto


¿Quien no ha escuchado a alguien decir: Debe ser bipolar… de otra persona en cuanto esta tiene un arrebato de agresividad visto por la primera como exagerado o “injustificado”? O incluso se emplea el término en ocasiones en las que una persona se muestra muy amable y pendiente de otra hasta que, de repente, sin motivo aparente, pasa a tratarla de un modo distante, frío y despreciativo. Y es que… hablar por hablar…

Algunos se preguntarán, qué es pues, ¿el trastorno bipolar o trastorno afectivo bipolar (TAB), también llamado psicosis-maníaco-depresiva? Se trata de una alternancia de episodios de depresión mayor, (entendiéndose esta como falta de interés, cansancio, sentimiento de no valer nada, incapacidad para manifestar emociones positivas, pérdida de autoestima, autoculpabilidad, trastornos de alimentación, sensaciones de cansancio, ideas de suicidio, etc.) con episodios maníacos (en las que la persona se embarca en múltiples proyectos, aumenta su apetito sexual, habla mucho y sin parar, se muestra eufórica, con una sensación desproporcionada de bienestar, irritable, con excesiva distraibilidad, se comporta de forma no habituales, manifiesta hiperactividad, aumento del abuso de alcohol u otras sustancias… es decir, un paso de un: la vida no tiene sentido, me quiero morir a un ¡Apártense todos, que me como el mundo! fluctuantes.

Cabe destacar que un 1% de la población mundial padece este trastorno y que 1 de cada 5 pacientes diagnosticados tratan de quitarse la vida.

Es increíble como en muchos casos, el desconocimiento de este trastorno del estado de ánimo, tal y como sucede con otros muchos trastornos de personalidad y enfermedades mentales (sobre todo aquellas que implican cierta desconexión con la realidad) son estigmatizadas por la sociedad. Porque las personas que ignoran, suponen… y si supones que algo no es normal, tiene que ser, por defecto, malo. Personas probablemente agresivas, difíciles de tratar, peligrosas, raras de las que es mejor alejarse o reirse de su excéntrico comportamiento, pensarán algunos

--- < Pero quizás si buscamos ejemplos en nuestra vida cotidiana, y teniendo en cuenta ese 1% de la población mundial, quizás hay más personas de las que creemos con este trastorno. Personas a las que admiramos, que nos han hecho y nos hace reír, soñar, disfrutar, pasar buenos momentos con sus creaciones, a lo largo de los años:

Escritores/as como: Edgar Allan Poe, Virginia Woolf, Leo Tolstoi, Honoré de Balzac, Ernest Hemingway, F.Scott Fitzgerald, Charles Dickens, Mary Shelley...

Músicos/as como: Wolfgang Amadeus Mozart, Kurt Cobain, Robbie Williams, Rossini, Robert Schumann, Chaikovsky, Timo Tolkki, Axl Rose, Lauryn Hill...

Actores/actrices como:
Marylin Monroe, Jim Carrey, Jean-Claude Van Damm, Ben Stiller, Stephen Fry…

Pintores y escultores como:
Vicent Van Gogh, Miguel Ángel, Edvard Munch, Paul Gauguin, Zorn…

Poetas como:
Antonin Artaud, Charles Baudelaire, Thomas Lovell Beddoes,John Berryman, George Gordon, Lord Byron, Dylan Thimas, Victor Hugo...

Políticos como:
Abraham Lincoln, Hugo Chávez, Winston Churchill…

Directores de cine:
Tim Burton, Francis Ford Coppola…

Presentadores:
Andreu Buenafuente

Queda en la conciencia de cada uno el cómo afronte el estigma creado por la sociedad ya que, mientras que por un lado se potencia la integración de la persona con enfermedad mental o trastorno de personalidad, a todos los niveles (social, laboral principalmente); por la otra, ciertos medios de comunicación siguen atrayendo miradas a modo de espectáculo circense en el que el morbo del que no está completamente “sano” genera audiencia y riqueza.

Fuente:

http://www.psicologia-online.com/colaboradores/dpuchol/index.htm

http://www.wikipedia.org/> ---

1 comentario:

Momoko dijo...

Tim Burton tambien?kurt cobain?Buenafuente? guau, interesante.......